La Premier parece no descansar nunca. Tras el maratón navideño, con las semifinales de Capital One Cup y la 3ª ronda de la FA de por medio, la liga inglesa regresó entre semana para sumar más minutos a las piernas de sus jugadores.
Pocas novedades en una jornada en la que el partido estrella era el que se jugaba en Anfield y que no defraudó y donde el Aston Villa volvió a ganar un partido después de mucho tiempo.
Resultados de la jornada 21.
Bournemouth 1-3 West Ham (Arter / Payet; Enner Valencia x2)
Aston Villa 1-0 Crystal Palace (Lescott)
Newcastle 3-3 Manchester United (Wijnaldum; Mitrovic, p; Dummett / Rooney x2 [1p]; Lingard)
Chelsea 2-2 West Brom (Azpilicueta; McAuley, pp / Gardner; McClean)
Manchester City 0-0 Everton
Southampton 2-0 Watford (Long; Tadic)
Stoke 3-1 Norwich (Walters; Joselu; Bennett, pp / Howson)
Swansea 2-4 Sunderland (Sigurdsson, p; Ayew / Defoe x3; van Aanholt)
Liverpool 3-3 Arsenal (Firmino x2; Allen / Ramsey; Giroud x2)
Tottenham 0-1 Leicester (Huth)
Punk's not dead.
Volvieron a la palestra los elogios de Klopp a Wenger en la previa del partido que se jugaba en Anfield. El alemán había destacado a los gunners como un conjunto que jugaba como una orquesta interpreta una pieza maestra. Klopp señalaba que él era más de la fuerza del heavy metal. En un encuentro que se resolvió al más puro estilo Premier y en el que primó más el esfuerzo y el empuje que la táctica, ambos conjuntos ofrecieron un concierto de punk. Hubo caos y anarquía, pero también electricidad.
El partido fue un toma y daca en el que las defensas de ambos equipos se mostraron muy débiles. Partidazo de Firmino y de Campbell y aparición estelar de Giroud, que se apuntó un buen gol a la media vuelta tras fallar uno a puerta vacía.
Con la ventaja a Wenger le salió mal lo de especular. Sus cambios parecían indicar un conservadurismo que le beneficiaba, visto lo visto con 2-3 en el marcador. Quitó a Walcott para meter a Gibbs y retiró a Özil (muy desaparecido) para darle entrada a Arteta. Pero si hay algo que ha aprendido el Liverpool bajo las órdenes de Klopp es a no darse por vencido. Dio un paso atrás el Arsenal y los Reds lo siguieron intentando. Una buena pelea de Benteke (que entró por Milner) habilitó un balón al que llegó Joe Allen para poner el 3-3 en el 89' y cerrar un señor partido.
El eterno retorno.
Lo que parecía que iba a ser un día plácido en la montaña rusa en la que anda metido el Manchester United, terminó siendo otro esperpento más en una temporada que se les está haciendo demasiado larga. Los de Van Gaal ahogaron unos 45 primeros minutos que abrieron algo las puertas a la esperanza con una segunda parte horrorosa en la que el Newcastle tan solo necesitó creérselo algo más que en el primer acto, en el que su plan parecía ser surtir de balones largos a Wijnaldum y esperar a que pasara algo.
El desplome del segundo tiempo solo se explica desde la óptica de un equipo que ha perdido la confianza. Tan solo Rooney (que marcó dos tantos y está a 9 de Bobby Charlton, máximo goleador histórico del United) parecía dejar algo de alma. El empate final del Newcastle ponía algo de justicia en el marcador final. Los Magpies se lo creyeron y el Manchester United se desinfló como tantas otras veces en la temporada. Urge una recomposición rápida aunque al menos esta vez no puede decirse que aburrieran al personal.
Sexto empate que suma el Chelsea en lo que va de temporada (no vamos a contar las derrotas para no hacer sangre) en otro partido en el que volvió a demostrar su falta de consistencia y solidez.
Ante las batallas personales de Diego Costa (que estuvo cerca de marcharse expulsado), el primer gol corrió a cargo de Azpilicueta. Imprecisiones y nerviosismo en una zaga en la que Willian volvió a ser el espejo en el que mirarse provocaron el empate de los de Pulis por obra y gracia de una pérdida de Pedro.
Hiddink cambió al español en el descanso y dio entrada al joven Kenedy que dejó muchos detalles. Su gol se lo dieron a McAuley en propia puerta y cerca tuvo el segundo, pero acto seguido llegó el empate del West Brom.
Otra jornada en la que el Manchester City vuelve a dejarse puntos. Empieza a ser preocupante de no ser porque los de Pellegrini lo intentaron y se fueron a topar con un inmenso Howard que evitó lo que bien podía haber sido una goleada.
Los sky blue son terceros en la tabla a tres puntos del segundo. Mucha tela por cortar pero empieza a ser necesario ir subiendo de victoria en victoria.
Yo, Claudio.
Un partido más y otros tres puntos para el Leicester, revelación absolutísima de esta Premier. Siguen en la cresta de la ola y gracias al empate en Anfield no se descuelgan del liderato. 43 puntos junto con el Arsenal para otra jornada de ensueño que volverá a costarle dinero a Ranieri (invita a pizza a sus jugadores tras cada victoria), el artífice de todo esto.
Jugó Claudio con Vardy y Okazaki de inicio y lo que parecía ser un acto de debilidad con sus cambios (sacó a Vardy para meter a Ulloa y retiró a Okazaki para dar entrada a Andy King), terminó saliendo bien. Un córner botado por Fuchs a falta de 7' para el final llevó el silencio a White Hart Lane (donde los de Pochettino tampoco pudieron con los Foxes en FA Cup) cuando el remate de Robert Huth encontró la red. Otros tres puntos más que valen para seguir soñando.
Que comiencen los Juegos del Hambre.
Una de las noticias de la jornada fue que el Aston Villa volvió a ganar un partido. Un solitario gol de Lescott dio la segunda victoria de la temporada a los de Garde tras aquel lejano 1-0 al Bournemouth del 8 de agosto. Desde entonces, 14 derrotas y 5 empates han sumido a los villanos en la depresión más absoluta. Son tres puntos que en otros tiempos valdrían oro. De momento, son tres puntos sin más. El Aston Villa sigue en última posición a 7 puntos de salir del pozo. Muy difícil.
Cuando algo va mal, siempre puede ir a peor. La derrota en la FA Cup frente al Oxford United, dejó todavía más tocado al Swansea. Ya con Alan Curtis como entrenador hasta final de temporada y con 15 millones más en las arcas del club tras la venta de Shelvey al Newcastle (que se enfrentó a varios aficionados tras la eliminación copera), los Cisnes siguen en caída libre. Tan solo una victoria en sus últimos 10 partidos los tiene pendiendo de un hilo. Están en la posición 17ª, tan solo un punto por encima de un Sunderland que marca el descenso y que les endosó cuatro goles en un partido en el que el Swansea le dio la vuelta al primero de los tres goles de Jermain Defoe con diez hombres sobre el verde (Naughton fue expulsado con roja directa) y que sucumbió definitivamente recién comenzada la segunda parte.
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